Un tercio de los desempleados canarios son parados perpetuos

Las Islas tienen el mayor porcentaje de desocupados con más de dos años en paro

La tasa de desempleo crónico es un 47% superior a la media nacional

Tres personas descansan en un banco frente a una oficina pública de empleo de Santa Cruz de Tenerife.

Tres personas descansan en un banco frente a una oficina pública de empleo de Santa Cruz de Tenerife.

Un 36,7% de los desempleados canarios son parados perpetuos. Son algo más de un tercio, casi cuatro de cada diez. No hay ninguna otra comunidad autónoma con una tasa tan alta de desempleo crónico, es decir, con tan alto porcentaje de parados que llevan un mínimo de dos años buscando un puesto de trabajo. De hecho, en ninguna otra región se llega siquiera al 30%. En Andalucía y Extremadura, habituales acompañantes del Archipiélago en los peores puestos de casi cualquier ranking socioeconómico, el desempleo perpetuo alcanza al 29,3 y al 28,7% de los parados, tasas muy por encima de la media nacional, del 24,9%, y a su vez muy por debajo de ese 36,7% de las Islas.

De acuerdo con los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), la publicada el pasado viernes y correspondiente al primer trimestre de 2024, el peso de los desempleados crónicos en el total de parados es en Canarias 11,8 puntos superior a la media estatal –36,7 frente a 24,9%–, o lo que es lo mismo: un 47,4% superior. Nunca antes hubo tanta diferencia entre las tasas nacional y regional de desempleo de muy larga duración. No en vano, la evolución de ambos porcentajes es diametralmente opuesta. Y lo es tanto si se echa la vista atrás como si se echa muy atrás. En el primer trimestre de 2024, el porcentaje de parados con dos años en búsqueda activa e infructuosa de trabajo –dos años como mínimo, cabe insistir– se incrementó en el Archipiélago en 4,6 puntos, mientras que la tasa en el conjunto del Estado se redujo en medio punto. Si se mira algo más atrás, hasta inicios de 2020 –cuando estallan la pandemia y la consecuente crisis–, resulta que el peso del desempleo crónico ha disminuido desde entonces en España en 3,2 puntos porcentuales, mientras que, por el contrario, se ha disparado en la Comunidad Autónoma en hasta 9,8 puntos. Más aún: en el primer trimestre de 2002, hace más de veinte años, fue la primera vez que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó los datos y cifras del paro de muy larga duración en cada una de las regiones del país. Pues bien, la media estatal era entonces del 22,2%, y en Canarias estaba en un asumible 18%. Así que en lo que va de siglo, las Islas han pasado de tener una tasa de paro crónico 4,2 puntos inferior a la media española a soportar un porcentaje casi 12 puntos mayor.

Alrededor de uno de cada diez parados de muy larga duración en España es isleño

En términos cuantitativos, resulta que hoy hay en la región un total de 63.900 desempleados que encadenan un mínimo de 24 meses buscando, sin suerte, ese ansiado puesto de trabajo que los saque de la cola del paro. Son 3.300 más que al cierre de 2023, un incremento del 5,4% en solo un trimestre. No obstante, hay que mirar otra vez por el retrovisor para ver hasta qué punto el mercado laboral del Archipiélago tiene especiales dificultades para reducir la bolsa del desempleo de muy larga duración. En aquel primer trimestre de 2020, esto es, en el origen de la crisis de la covid –que a su vez fue el germen de la ola inflacionaria aún vigente–, en España había 930.800 parados crónicos, de los cuales 58.000 eran canarios. Cuatro años después, en el país hay 189.500 desempleados perpetuos menos –ahora suman 741.300– y en las Islas hay 5.900 más. Mientras que el número de parados de muy larga duración se ha reducido casi un 20,4% en España desde el inicio de la crisis de la covid, en Canarias se ha incrementado un 10,2%.

Cuanto mayor sea el peso del desempleo de muy larga duración, mayores dificultades habrá para bajar la tasa de paro general. La razón es que el desempleo crónico se nutre de los perfiles de más difícil encaje en las empresas, sobre todo de personas de baja y muy baja cualificación.

El ‘boom’ del trabajo autónomo sostiene el castillo

El trabajo autónomo ha sido el gran protagonista de la última Encuesta de población activa en Canarias. No en vano ha sido el sostén de las cifras de empleo y de ocupación en el Archipiélago. Durante el primer trimestre de 2024, el número de trabajadores se incrementó en la Comunidad Autónoma en 9.800 personas en relación con las cifras del cierre de 2023. Un aumento que elevó el total de ocupados hasta los 996.200, un nuevo techo histórico después de que el Instituto Nacional de Estadística corrigiera a la baja la cantidad -más de un millón- que había publicado en la cuarta y última EPA de 2023. El caso es que todo ese incremento de la mano de obra ocupada obedece al autoempleo. En el Archipiélago hay en estos momentos 140.400 trabajadores por cuenta propia, 10.800 más de los que había a fecha del último 31 de diciembre. Por el contrario, la cifra de asalariados pasó de los 856.500 del cierre de 2023 a los actuales 855.800, de modo que el total se redujo en 700 personas. En definitiva, la subida de la ocupación se debe en exclusiva al trabajo autónomo. | M. Á. M.

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